Los seres humanos cada vez somos más individualistas. Por algo, pese a que la economía mundial no se encuentra en su mejor momento, no resulta extraño ver cómo muchas personas son capaces de pagar por recursos a los que otros no pueden acceder ni en sueños, se permiten desperdiciar convencidos de que no afectan a nadie a su alrededor.
Podemos encontrar casas abandonadas o sin uso mientras tantas personas pagan costosísimas rentas o, peor aún, pasan la noche en las calles. La economía colaborativa es una buena opción que permite reducir el gasto innecesario y también limitar la cantidad de recursos desaprovechados. Lo mejor del asunto es que en la actualidad se ha llevado a muchos planos permitiendo que quienes se involucran puedan acceder a grandes oportunidades de salud, esparcimiento o movilidad. A continuación te presentamos más ventajas de la economía colaborativa.
Los gastos se reducen de forma generalizada
Tal vez la principal ventaja para muchos. Cuando se comparten servicios como el de electricidad o agua potable, no sólo ahorran quienes comparten sino el resto de los habitantes del país, ya que no se están generando recursos de más por cuyo procesamiento se tenga que pagar. Algo similar ocurre cuando se comparten servicios de transporte, ya que los viajes se reducen y, por ende, el consumo de combustible y la emisión de CO2 se limita de manera importante.
Contribuye a que las personas se sensibilicen hacia las necesidades de los demás
Es un hecho que cada vez nos cuesta más hacer algo por otros. Es así como en un momento dado la apatía ante las carencias y las dificultades de otros se vuelve egoísmo ciego. Al compartir servicios e implementar técnicas de ahorro colaborativo, las personas vuelven a sensibilizarse acerca de la importancia de compartir soluciones y atacar en conjunto los problemas nos aquejan todos los días como sociedad.
Permite que las personas tengan más dinero para lo que realmente importa
Si te cuentas entre las personas que alguna vez se han quejado de trabajar para ganar dinero que se esfuma en pago de servicios, alimentación y vivienda, debes saber que no eres el único. Pero también entonces debes tener en cuenta que compartir (tanto gastos como beneficios) con otras personas puede limitar bastante tus gastos para que tengas dinero para lo que realmente te importa. Piensa por ejemplo en que, si ya pagas una cantidad determinada porque un taxi te lleve a ti solo a un destino, puedes pagar sólo una fracción si lo compartes con al menos dos personas más. ¿O es que necesitas ir sólo en el taxi?
Permite que tengamos más por lo menos
Muchos servicios y recursos son tan costosos que se vuelven inaccesibles para algunas personas, no obstante, la economía colaborativa ofrece muchas opciones para que más personas puedan acceder a lo que buscan o necesitan. Esto es posible debido a que de manera compartida los gastos se reducen significativamente, además que en muchas ocasiones, las empresas proveedoras de productos y servicios ofrecen descuentos especiales cuando el consumo se realiza en parejas o grupos.
Hace posible que se aproveche lo que ya se produjo
Hay servicios y productos que no se pueden mantener en espera durante mucho tiempo. Si por ejemplo ya has comprado un vuelo, deberás viajar el día señalado o, si surgen complicaciones, resignarte a perder tu dinero sin remedio. El problema con estos servicios (tal y como con los combustibles y la energía) es que cuesta mucho generarlos. En algunas ocasiones, las aerolíneas dejan libre tu billete a cambio de un reembolso parcial, pero no siempre se puede. De esa manera quien compra termina perdiendo dinero, aunque no todo. Cuando se abren oportunidades para que alguien pueda aprovechar lo que ya reprodujo, el dinero y trabajo invertido se puede recuperar en al menos un importantísimo 80%. Ahora las compañías aéreas permiten cambiar los datos del pasajero (por un módico precio) y en Truecalia te ayudamos a revender esos billetes de avión.
Mejora la forma en la que las personas viven cotidianamente
La economía colaborativa permite que las personas ayuden a sus semejantes y que también se sientan bien recibiendo ayuda. Y es que, los modelos económicos de mayor peso en la actualidad nos enseñan a acaparar beneficios, a acumular riquezas y a multiplicar ganancias, de modo en que sus entornos, la ayuda se vuelve un concepto casi reprobable. Por eso se nos llega a dificultar tanto estar dispuestos a dar y casi nos avergüenza buscar apoyo. La economía colaborativa elimina estos estigmas haciendo que intercambiar y, por supuesto, dar y recibir, no sea visto como si fuera un crimen cometido.
Contribuye a la convivencia social
El apoyo mutuo y el hecho de compartir, tanto gastos como ahorro, fomenta la empatía y dinamiza las relaciones sociales, que en la actualidad, están tan limitadas cuando se trata de compartir dificultades y preocupaciones. Si bien es cierto que la economía colaborativa no es el remedio definitivo para encauzar la unión que nos falta, no deja de ser una grandiosa estrategia para restaurar el espíritu de compañerismo humano que tanta falta hace en estos tiempos.
Genera oportunidades para todos
A través de las múltiples modalidades en las que se practica la economía colaborativa es posible contar con opciones viables para emprender casi cualquier idea que se tenga en mente. Desde disfrutar de un viaje o un servicio hasta montar un negocio rentable. Y es que, en este ámbito, además de que se tiene el apoyo y el interés de otros, nunca queda fuera de lugar el hecho de querer compartir, ahorrar o simplemente darle más valor a tu dinero.
Dado que nadie de nosotros sabe cuándo necesitará de la mano de otra persona, con las posibilidades que brinda este modelo tendremos siempre la certeza que aun en las situaciones en las que parece que no hay salida, encontraremos una esperanza brillando al final del camino.
La suma de muchos, aporta valor a la sociedad
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